
La presencia de "El Indio" se percibió desde temprano. Nadie quería perderse la fiesta del retorno y llegaron en micros, combis y trenes desde todo el país. El extenso boulevard de la avenida 32 —una rambla verde, ancha y arbolada— se tiñó de remeras negras con inscripciones "ricoteras" y miles de chicos caminando.
Minutos antes el estadio quedó a oscuras. Los encendedores iluminaron la noche. Una voz "en off" hizo temblar a las 48.000 personas cuando anunció: "Damas y caballeros, Los fundamentalistas del aire acondicionado", la nueva banda de Solari.
Los cantos de tribuna futbolera crecían a medida que se acercaba la hora. Por la Autopista La Plata-Buenos Aires circuló una caravana "ricotera". Ya en el estadio, una pelea chica en la platea provocó silbidos. Después una bandera circuló y provocó el primer aplauso. Pedía "Justicia para los pibes de Cromañón". Una bengala provocó también el recuerdo. Lograron entrarla a pesar del operativo de seguridad. Después, comenzó el show. "El Indio" cumplió su promesa: regresó y a las 21.40 cantó "Angel de la Soledad", fue el primer tema que sonó de los Redondos. Otra vez hubo bengalas. Las bandas ricoteras deliraron y, como siempre sucede, con "Ji, Ji, Ji" se armó "el pogo más grande del mundo".